viernes, 19 de febrero de 2016

HOMOFOBIA AMISTOSA





Con cierta nausea leo en las redes sociales, las supuestas palabras de afecto y amistad que algunos profesan en pro a las personas LGBTI. Un despliegue de hipocresía zalamera se ha apoderado del mundo 2.0, hombres, mujeres y anónimos, expresan su supuesto apoyo rezando cosas como:


-No tengo nada en contra de los gays, de hecho tengo muchos amigos que lo son, pero no estoy de acuerdo con que se casen.

-Las lesbianas son muy chéveres, pero eso de adoptar es algo que no deberían hacer.

-Si los gays se casan prepárense por que se incrementaran los índices de divorcios.

-no tengo nada en contra de los gays, pero son tan promiscuos que no creo que tengan la capacidad de formar un hogar.

-Bueno ya que eligieron ser homosexuales, tienen que vivir con sus consecuencias.

-Dios prohíbe la homosexualidad.

Ante tanta ignorancia y prejuicio no sé si llorar, reírme o vomitar. Es infame que alguien se haga llamar amigo de una persona LGBTI pero no está de acuerdo en que tengan los mismos derechos. Cuando hablamos de la lucha que actualmente vivimos las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, transgéneros e intersexuales; nos referimos a una conquista por aquello que se nos fue arrebatado por ser diferentes: derechos humanos y dignidad.

Decir que “no tienes nada en contra de gays”, pero no estás de acuerdo con que tengan derechos civiles y sean reconocidos, es el acto más hipócrita que puedes tener ante la sociedad. No es más que la reacción inconsciente que lucha por mantenerte bajo la heteronorma, porque en el fondo de tu ser temes profundamente ser igualado con aquello que es distinto y autentico.

Las lesbianas no son tan chéveres como dices, si en realidad piensas que no deberían adoptar. De hecho entérate que la orientación sexual en nada tiene que ver con la capacidad reproductiva de las personas, ni sus aptitudes para ser padres.

Si los gays se casan lo único que pasará es que los gays que así lo deseen se casaran, ¡punto! ¿Por qué le imprimes tanto morbo a esa situación? Mi expresión sexual en nada tiene que ver con tus fantasías catastróficas ¡acéptalo! Y el divorcio no es más que otra opción; si nos ponemos a comparar entre relaciones disfuncionales que terminan en separación, en vez de escribir un post terminaría escribiendo un libro.

La promiscuidad no es exclusiva de los gays, el comportamiento y los hábitos sexuales varían en cada persona. Y si tanta moral necesitas en tu vida he aquí mi legado: el sexo es un lenguaje y la promiscuidad es una protesta de las que muchos hacen uso y eso, quieras o no, también te incluye a ti. Que algunos no lo oculten no te hace mejor persona.

Si crees que ser lesbiana, gay, bisexual, transexual, transgénero o inter se elige; respóndeme una sola cosa: ¿cuándo elegiste tu ser heterosexual?

En cuanto a Dios… considerando que hay miles de religiones distintas, y que vivimos en un estado laico, honestamente no creo que Dios deba estar en esta discusión, pero si insistes… Te diré que: El colmo del ego es pretender saber qué es lo que quiere el Dios de tu religión. Muy difícilmente una huella de carbono como tú y como yo, podamos tener la suficiente energía para molestar a quien según todas las religiones, ha creado una obra tan magna como todo lo que existe y nos rodea.

La homofobia no tiene sentido, pues degrada a quien la profiere. Si te sientes con el poder de minimizar a alguien más, por su orientación sexual e identidad de género no estás más que promoviendo el odio, tal como ocurre con el racismo. Sin contar que en la mayoría de los casos el homófobo trata de sublimar su homosexualidad a través del odio.

Nosotros hoy tenemos una lucha histórica, como la de la mujer cuando conquistó su derecho al voto y parecida a la abolición de la esclavitud. Por eso querido homofóbico, creo que deberías revisar bien el concepto de amistad. Porque en el respeto de las diferencias y la aceptación del otro es que realmente lograras trascender y hacer la diferencia en el mundo.

Pd: no seas un cabrón como todos los demás.





Juan Carlos Viera.