sábado, 28 de febrero de 2015

David pallás. Un hombre esencial…


Últimamente me he volcado, (sin querer ni darme cuenta) a crear un mundo en red; Un espacio infinito donde algunas cosas redundan, pero siempre consigo una figura nueva, o un fondo interesante, de donde surgen experiencias nutritivas, que aportan algo de valor.

Es así como un aviso del móvil anunció su llegada: @davidliepoulain te sigue en twitter. Inevitablemente recordé una de mis películas favoritas: Amélie. Motivo más que suficiente para engancharme de inmediato; Así que entré a su cuenta, donde una hermosa ilustración de dos atractivos  hombres unidos en un tierno beso me dieron la bienvenida.
Siguiendo mí ya acostumbrado ritual, le escribí con la premisa: me llamo Juan Carlos Viera y quiero escribir sobre ti… El proceso fue fluido, David me envió algunas ilustraciones y llenó mi muy raro cuestionario, que honestamente ha sido lo que menos he usado para conocerle; Pues es una persona de fácil lectura.

David pallás. Un tímido hombre de 30 años, de zaragoza España. Donde vive con su perro, sus gatas y su respectiva pareja. Coleccionista empedernido de cuanto artículo relacionado con el principito se le atraviese en el camino; Se ha aventurado a escribir e ilustrar una novela de temática gay titulada: LOS PRINCIPES MORADOS,  y tras el alegato de que los príncipes no solo son azules; Sino que pueden ser de cualquier otro color, a él se le apetece que sean de este tan particular.

La trama aborda temas como: el bulling, la discriminación, el VIH, el amor, la tolerancia o la ausencia de ella El paso hacia la madurez y la confrontación de problemas

Muchas cosas pasan por la cabeza cuando nos detenemos a observar el color. Personalmente el morado no es de los que se me hace más atractivo, ni en su nombre ni en su composición, pero cuando estas ante el trabajo de David; las imágenes definitivamente enamoran.

Ante la distancia de un mar que nos separa, pero la cercanía de un clikc, he podido conocerle en una forma un tanto familiar; A veces, me pareciera estar charlando con un hombre brillante y grandioso en sus formas; Otras veces se convierte en un chiquillo malcriado y caprichoso al que provoca darle dos nalgadas y castigarlo en el rincón. Pero he entendido que justamente esa combinación, lo convierte en un artista sensible, inquieto, y muy talentoso.

Escribe, ilustra, toca el violín, actúa, dirige cortos; Trabaja como educador en su ciudad, y además se da el lujo de soñar a rienda suelta y sin culpas. Pudiera sonar poco remarcable esto, pero ser como David en estos tiempos; Es pertenecer a una especie en extinción.

Gracias a la tecnología, y a pesar del cambio horario entre su país y el mío. Logramos charlar con bastante frecuencia; Compartimos material interesantísimo, y notas de voz trasnochadas, donde me cuenta lo importante que es su familia en su vida, lo mucho que ama y admira a su hermano, y lo profundamente enamorado que está de su pareja. Evita caer en tentaciones, y tiene la firme convicción de que educar a los niños sobre la sexo diversidad es la mejor opción para lograr una sociedad más plural.


No soy yo quien ha descubierto el agua tibia, pero con David recordé lo cálido que puede llegar a ser el encuentro humano a pesar de la distancia… Y gran parte de lo que hemos compartido, se guardará en las ideas que atesoro. Mientras tanto, de lejos le veo crecer como artista, ganar confianza en sí mismo y renombre a través de sus piezas. Por lo demás… ya veremos qué otra cosa le depara el camino.


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