jueves, 13 de agosto de 2015

NO SOMOS IGUALES



Fácilmente podría decir que este es el post que más me ha costado construir,  a pesar de ser un tema del que he hablado y he publicado en otras ocasiones.
Hay una suerte de molestia en mí, que desemboca en arrebato cada vez que escucho a alguien decir: TODOS SOMOS IGUALES… Me nace en las vísceras un impulso incontrolable de gritar a todo pulmón: ¡POR DIOS QUE DISPARATE! NO SOMOS IGUALES, SOMOS TOTLAMENTE DISTINTOS EN TODOS LOS ASPECTOS.

En perspectiva: Noto con preocupación que la frase igualdad se usa como estandarte de la comunidad LGBTI así como en otros movimientos pro DDHH de las “minorías”

Más directamente:
1) Poseemos identidad personal, lo que no es otra cosa más que el reconocimiento de sí mismo. Y este es un proceso que comenzamos desde muy niños, donde delimitamos la idea de lo que soy yo y lo que son los demás. Y esto nos permite una comprensión de nosotros mismos.

2) Las diferentes corrientes psicológicas y humanistas sostienen que el ser ocurre en la frontera del contacto con el otro, (entendiendo como frontera el espacio donde nos experimentamos en compañía de los demás, y no como una línea que nos separa. Que definitivamente contiene un evidente proceso de transformación; Pero donde hay algo que se mantiene inalterable: la convicción de que somos la misma esencia en todo momento.

3) La empatía, es un concepto ligado con la compasión y el altruismo; es la habilidad tanto cognitiva como emocional del individuo, de ponerse en la situación emocional de otro. Pero esto no surge de la imposición de una idea, ninguna persona puede sentir emocionalmente ligado a aquello que le parece contrario a si o a su escala de valores; Por lo tanto, insistir en igualarnos con aquello que no nos es valioso o admirable. Es negligente y transgresor. 

4) Reflexión personal muy personal: 
Paradójicamente los seres humanos buscan agruparse entre símiles, pues es una forma de sobrevivencia emocional. Necesitamos sentirnos contenidos, aceptados, y reconocidos, pero aun en este proceso hay una constante construcción de la individualidad; Una forma de lenguaje unipersonal que nos define y que nos destaca de entre los demás. Y esto ocurre a cada instante de nuestra respiración, en todos y cada uno de los miembros de nuestra especie…



Entonces me pregunto: ¿acaso no hemos manejado mal la idea de igualdad? 
Estos millones de habitantes del planeta, se agrupan para sobrevivir pero aborrecen la igualdad. Porque  nuestra única e inalterable verdad es que somos UNICOS E IRREPETIBLES. 


Si en vez de vender esa idea odiosa de que el gay, el heterosexual, el bisexual, el religioso, el asesino, el violador, el ladrón, el terrorista, son iguales (y digo odiosa porque a mí mismo que me jacto de vivir desprejuiciado; Me molesta tanto la etiqueta de la igualdad) vendiéramos más bien la idea de que somos tan distintos y diversos como número de habitantes posee la existencia humana ¿no tendríamos una plataforma de acción más sabia, honesta y amplia?


No es lo mismo decir que somos diferentes y buscamos puntos de convergencia para una sana y maravillosa coexistencia; Que decir que somos iguales y tenemos que aceptarnos a la macha ¡y porque sí! Como tampoco es lo mismo hablar de tolerancia (que me suena más a me la tengo que calar) que hablar de RESPETO.  Y esto amigos míos es trascendental, porque nadie puede obligarme a aceptar algo con lo que no estoy de acuerdo, porque yo tengo el derecho de DISENTIR, pero tengo el deber humano de respetar. Y en materia de respeto estamos reprobados…


La humanidad es complejamente sencilla. Hoy enciendo una luz con mi deseo de  que cada vez más mentes se expandan por encima de la norma, de lo preestablecido y los intereses de algunos. Y surja en nuestros corazones, la intensión real y honesta de tener una mejor vida y en feliz consecuencia un mejor planeta.

Juan Carlos Viera.

1 comentarios:

Unknown dijo...

Estoy bastante de acuerdo contigo mi querido Jackson :P

Es un problema de respeto y educación. Estamos educados para entender como algo malo nuestras distinciones. Y eso hay que transformarlo.

Aunque entiendo que cuando se habla de Igualdad en el discurso LGBTI no se refiere a que seamos iguales como personas, sino que las oportunidades y derechos de los que gocemos a nivel social sean los mismos independientemente de la orientación sexual de cada uno.

Pero, en conclusión: sí, somos diferentes y debemos respetarnos.

Hay una frase que me encanta, que escuché alguna vez en clase de performance y esto que escribes me hizo recordarla: Verse a sí mismo de cara al otro.

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